19 de enero de 2018

Reseña: «Ortografía para todos»

Ortografía para todos está basado en la tabla periódica de los elementos químicos.
Imagen tomada de www.casadellibro.com
La primera lectura de este año me ha llevado una de mis especialidades: la lengua. En mi caso es la inglesa, pero la española, con todos mis respetos, mola más. Gracias al programa radiofónico Emprende Madrid, de Onda Madrid, y a la disposición del autor para sortear ejemplares de su libro en aquel programa pude hacerme con un ejemplar. Estas son mis impresiones.

En primer lugar, del libro resaltaría la originalidad. Está basado nada menos que en la tabla periódica de los elementos, algo completamente ajeno a las humanidades, componente esencial de esta obra. A través de los símbolos de los elementos, el lector podrá acceder a normas ortográficas de todo tipo: desde cuándo poner «si no» o «sino» hasta los usos de una grafía tan controvertida como la «k». Por ejemplo, el potasio, cuyo símbolo es K, habla de este último asunto. Con todo, si el autor buscaba una idea llamativa para escribir, he de decir que lo ha logrado.

A continuación, destacaría la claridad de las explicaciones. Parece que estás en un aula en la que te desmenuzan los conceptos poco a poco. En ocasiones se parte incluso de la historia más o menos reciente de la lengua para detallar y aclarar los contenidos, lo que hace de Ortografía para todos un libro bastante completo a pesar de la concisión presente en algunas entradas. Se cuenta mucho en pocas palabras.

Otro aspecto que me ha llamado la atención es el de la inclusión de información adicional a las entradas, pero siempre relacionada con ellas. Encontraremos la etimología de todos los elementos de la tabla, curiosidades varias sobre los aspectos tratados y un buen lote de anotaciones extra de todos los niveles, haciendo algo de hincapié en cuestiones avanzadas. El conjunto es un magnífico complemento al texto principal.

Si tuviera que destacar tres elementos, me quedaría con el 45, el 52 y el 106. Respectivamente, se tratan las adaptaciones de palabras de otras lenguas, la voz con tilde diacrítica «té» y la combinación de signos interrogativos y exclamativos. No detallaré más para no estropearos la lectura, pero sí diré que haciendo balance entre contenido y explicación esas tres entradas son fantásticas.

Aparte de todo esto, podrás salir de dudas ante cuestiones como las siguientes:
  • ¿Es 25 % o 25%? ¿Se puede decir «veinticinco %» en determinados contextos?
  • ¿Es «felices fiestas» porque «fiestas» es un sustantivo común o «felices Fiestas», ya que «fiestas» alude a la Navidad, que empieza con mayúscula?
  • ¿Cómo escribo las cantidades de cuatro cifras? ¿Es 5,670, 5.670, 5 670 o 5670? ¿Y las de cinco cifras o más? ¿60,000, 60 000, 60000 o 60.000?
  • Si digo que algo pesa 30 kilogramos, ¿cómo lo abrevio? ¿Es 30 kg, 30 kg. 30 kgs o 30 kgs.?
  • ¿Cómo represento los números cardinales? ¿Es 1.º, 1º o 1º.? ¿Se subraya la voladita?
Usos de mayúsculas y minúsculas, cursiva, signos de puntuación y algún que otro elemento convergen con lo anterior y ponen a disposición de quienes no se dedican al español profesionalmente (pero que les gusta aprenderlo) una obra ágil y con nociones suficientes para expresarte principalmente por escrito en tu día a día. Yo, como filólogo, he disfrutado un montón leyendo esta obra. ¿Os acordáis de las ventanas de Adviento que mostraban en cada apertura una sorpresa? Esto es igual, pero pasando páginas.

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